Aquellas que me dirigían en firmes paseos entre volcanes apagados
Y mi cuerpo, tormenta perfecta de Marte, ahora vuela sobre la inconsistencia
Levita incesante como mis lívidos pensamientos
Enredados entre el miedo que no puedo compartir
Me siento un pajarillo encerrado en una minúscula jaula de tritón
¿Por qué no siento mi cuerpo?¿dónde se esconde su inagotable dolor?
¿Por qué no escucho su sonido, aunque solo fuera su inclemente silencio?
Jonás ¿Por qué ahora solo me escuchas tú?
Observo el cristal de tu escotilla... sin mi reflejo
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