La noche vestida de noche
que todo volviera al crepúsculo
asir la equidistancia entre las almas gemelas
clonadas por el tiempo y el tinto de los páramos
No recordaría el silencio surgiendo de tus bocanadas ni a las planicies su regreso
Ni tu voz encogida, allá en el grito, recorriendo mi espalda hueca
Recordé la tragedia esfumada en el Homo
sobre el nido del viejo árbol ¡En el dónde!
recitando a la lejanía de las estrellas que se disuelven
Rescatando su profundidad al albor de ariscos horizontes